Estelares en Atenas: el oficio de sonar siempre bien

Sábado a la noche en Córdoba. El Estadio Atenas recibe a una banda que no necesita presentación, pero igual se gana cada aplauso como si fuera la primera vez. Estelares volvió a la ciudad con su receta infalible: canciones que ya forman parte de todos, una puesta en escena sobria pero efectiva, y ese sonido pulido que no falla. Siempre prolijos, siempre bien.

La banda no sólo hizo un recorrido fino por distintos momentos de su historia, sino que también trajo una primicia: «Las Arañas», el single nuevo que se cuela entre los clásicos sin pedir permiso. Es un adelanto de lo que será su próximo disco y deja en claro que siguen
con el pulso afilado. Estelares no está de paso, está en plena forma.

El público cordobés respondió como se esperaba: cálido, bancando desde temprano, disfrutando sin exagerar. Hubo clima de recital, pero también de reencuentro. Nada forzado. Ellos arriba, nosotros abajo, cada uno en su rol, y todo fluyendo como tiene que ser.

El encanto de Estelares está en otro lado. Está en la forma en que suenan. En la manera de habitar el escenario sin alardes. En cómo logran, todavía hoy, que sus shows se sientan como una charla entre amigos donde nadie grita, pero todos se entienden.

Córdoba los volvió a recibir como se debe. Y ellos devolvieron el gesto con oficio, con elegancia, y con «Las Arañas» dejando picando el deseo de más.